Un cabello sedoso y brillante en el día de la boda es un requisito infalible para las novias. Por esto, el cabello de la novia debe prepararse desde varios meses antes, ya que un buen peinado se sustenta en un cabello bien cuidado, y es sólo así que lucirá igual que si se tratase de un accesorio de lujo.
Los expertos aconsejan que seis meses antes de la boda, tienen que comenzar a cuidar con especial cuidado la dieta, las horas de sueño, y comer más proteínas ya que el pelo se compone de queratina y sólo la proteína puede fortalecerlo.
Los alimentos ricos en hierro mantienen la pigmentación del pelo y ayuda a mantener el brillo también. Los alimentos ricos en zinc, como las lentejas, los mariscos y las almendras sirven para combatir la caspa y la picazón del cuero cabelludo.
Seis semanas antes de la boda, compren un shampú de buena calidad para lavar el pelo y háganse tratamientos especiales para mantenerlo bien humectado y nutrido. Dos semanas antes de la boda, deben cortar su pelo y probar peinados, colores y matices.
Unas 24 horas antes de la boda deben lavar el pelo y desde ahí no tocarlo más, dejando que el estilista las peine la misma noche. Este consejo tiene sentido porque el pelo sucio es más fácil de peinar que el pelo recién lavado, y con 24 horas de anticipación, no estará ni tan sucio, ni tan limpio, sino en el minuto ideal para que lo peinen y quede bien moldeado.
