La verdad es que las temporadas más habituales en las que se suelen celebrar bodas son la primavera y el principio del otoño. Sin embargo, cada vez hay más parejas que deciden salirse un poco de lo más tradicional y ponerle un toque diferente a la boda.
Por ejemplo, cada vez son más los que deciden casarse en fechas menos clásicas, como por ejemplo, en Navidad. Sin embargo, hay que reconocer que se trata de una época del año en la que celebrar una boda tiene sus ventajas, pero también sus inconvenientes.
En primer lugar, hay que tener en cuenta que la Navidad es una fecha bastante comprometida, puesto que casi todo el mundo hace planes con sus familias y viaja para reunirse con ellas si están fuera, por lo que según la fecha que elijas, es muy posible que haya invitados que te fallen en la boda.
Por otro lado, puede que si quieres casarte en fechas concretas, como Nochebuena, Navidad o Año Nuevo te pongan algún que otro problema, sobre todo en el lugar de celebración del banquete. Por eso, consúltalo todo y asegúrate muy bien de que no te ponen pegas.
Sin embargo, casarse en Navidad también tiene cosas buenas, y la verdad es que hay detalles decorativos propios de la Navidad que pueden quedar muy bonitos: dorados, decoración en rojo, en colores plateados, combinando con blanco y gris… Lo cierto es que merece la pena optar por una decoración de este tipo a la hora de ponerle un toque a la última a tu boda. Y sin duda, también hay que reconocer que una boda en Navidad es algo muy especial y realmente bonito y entrañable. ¿No te parece una alternativa estupenda para un día tan único como el de tu boda?
Foto de its a brides world
